El Ser Humano:
¿Aliado o verdugo de la naturaleza?
Andalucía es una fuente de
riqueza natural única en España, donde se pueden encontrar parajes hermosos y especies
endémicas propias de nuestra tierra. Desde el nacimiento del río Guadalquivir,
en el Parque Natural Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas la naturaleza
presenta un esplendor sobrecogedor, el bosque mediterráneo en este complejo
serrano nos regala una riqueza floral y animal excepcional; a través el colosal
Valle del Guadalquivir, el río Guadalquivir recibe el nombre del Gran Río
gracias a las aguas que recibe del río Genil, que después de recorrer gran
parte de la Cordillera Penibética
se une con el Guadalquivir en la localidad cordobesa de Palma del Río. No
obstante el Gran Río también recibe aguas de ríos menos caudalosos como puede
ser el río Bembézar, cuyo nacimiento se encuentra en Badajoz y recorre gran
parte del Parque Natural Sierra de Hornachuelos. A esta altura el río
Guadalquivir da grandes limosnas al grandísimo número de agricultores y
ganaderos que poseen terrenos que son regados por las aguas de este río.
Finalmente el Gran Río acaba entre el Parque Nacional de Doñana y Sanlúcar de
Barrameda formando unas marismas de gran interés medioambiental y turístico ya
que en este punto el río se une con el océano Atlántico formando un delta de
agua que acoge a un gran número de especies autóctonas, entre las que
encontramos una gran diversidad en anfibios, reptiles y mamíferos como el
ciervo o el lince; y una riqueza floral formada por individuos del género Quercus o el género Pinus además estas aguas reúne una gran diversidad de aves acuáticas
todos los años y que son un espectáculos para la vista, desde garzas reales e
imperiales hasta los majestuosos flamencos hacen que sea un reclamo para los
sentidos. Todo este tesoro paisajístico y natural hace que el turismo rural
cada vez sea mayor y la afluencia de personas ha hecho que organismos que
trabajan para el medio natural hayan tenido la necesidad de facilitar medios
para acercar cada vez más la naturaleza a la población, la construcción de
áreas que mezclen diversión y educación ambiental, la aparición de la red de
caminos y senderos son algunos de los recursos que organismos, como la Junta de Andalucía, ponen a
disposición de la población para que el acercamiento a la naturaleza sea cada
vez mayor. Sin embargo el ser humano acaba el papel de aliado en este punto
convirtiéndose en un verdugo innato para el medio ambiente. Por un lado tenemos
la construcción de carreteras en los bosques, que a pesar de ser la manera de
acceder a estos lugares, esto acarrea consecuencias como una contaminación
tanto química como acústica, sin nombrar la aparición de animales muertos por
atropellos. Esto unido a la poca sensibilización medioambiental que muestran
algunas personas al arrojar basuras de gran calibre, como pueden ser lavadoras,
al medio rural hace que a la larga encontremos los restos de lo que pueden ser
grandes incendios en la época estival, sequías a consecuencias de estos
incendios o tragedias tan grandes como la ocurrida por los vertidos de
productos químicos ocurridos en las minas de Aznalcóllar y que tanto daño causó en las aguas. Quizás
no seamos biólogos pero si hacemos bien la parte que nos toca puede que en un
futuro no perdamos un bien tan preciado como es la naturaleza y toda la belleza
que en ella podemos contemplar.
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